Introducción
Hay determinados conocimientos que tiene diferentes niveles de acceso, que en primera instancias parecen accesibles. Y de esta manera caemos en fenómenos de superficie, como cuando nos enfrentamos a Nietzsche, Deleuze, Spinoza. Y nos produce el fenómeno de creer saber, creer entender…
El Eneagrama también es uno de ellos, el intelecto nos brinda un conocimiento sesgado, ya que para ingresar e incorporar el Eneagrama, no alcanza con el procesamiento cognitivo. Por ello este conocimiento nos invita a abrir las puertas de nuestra percepción. Combinando saberes múltiples, un saber cognitivo, un saber emocional y un saber connativo. Por ello es un conocimiento que tiene acceso múltiple en una expresión rizomatica.
Y el Eneagrama es una puerta abierta que por momentos no se ingresa, es decir se habla sobre el Eneagrama, hay montones de libros últimamente, que intentan describir con el espíritu científico, observando una cosa, sin entrar a la cosa misma. Entonces aparecen los eruditos, que tipifican y diagnostican, y allí el error.
El Eneagrama es potente gracias al autodiagnóstico, esto es aceptar la invitación que nos propone el Eneagrama, responder a la llamada, (hacerse la pregunta de quién soy) para iniciar un viaje heroico, despedirme del mundo ordinario y emprender la travesía. Ahora bien querer responder el llamado de forma intelectual, es rechazar el llamado, no es ni malo ni bueno, es parte de iniciar el camino, querer realizar un atajo.
Hasta qué punto esta intelectualidad es como un perro que se quiere agarrar la cola, ya que nuestro intelecto esta sesgado por el mismo carácter, se lee desde una particular estructura, se cree saber, se cree conocer. Pero es una manera particular de defenderse, seguimos sin entrar al conocimiento.
Ahora bien, este llamado es ingresar al propio infierno. Por lo pronto es que devenga nuestro confort en incomodidad, y por lo tanto no es un viaje que se pueda realizar solo, es necesario un primer encuentro con un mentor, para poder aceptar este llamado a la aventura. Este mentor será nuestro Virgilio.
El infierno es necesario conocerlo desde adentro, y no ya una anticipación teórica posible, es experiencial. Una experiencia que invita a dejarse ir, cruzando el umbral, ponernos a prueba, hasta encontrar la recompensa. Para iniciar el camino de vuelta.
El Eneagrama como lo transmitimos, nos apoyamos en la tradición oral, en grupo. De allí posee la fuerza encontrarnos en el infierno, por ello realizar un seminario de Eneagrama, es una invitación al autoconocimiento, es un conocimiento que deviene de la experiencia, que por momentos es infernalmente necesaria.
Ver la cara del monstruo, desde las entrañas del monstruo, obtener las fuerzas y atributos que fuimos perdiendo en nuestra existencia.
Nadie sabe lo pue puede un cuerpo.
Baruch Spinoza
En nuestro trabajo nos nutrimos en el saber del cuerpo, como fuente inagotable de conocimientos, el conocimiento es algo que deviene en cada experiencia. Articulando distintos espacios para el autoconocimiento, el cuerpo, lo lúdico, lo teatral, y lo expresivo da lugar a aprehender lo inasible.
Recibir este conocimiento es una invitación a recordarse en presencia y en existencia…
- Es un enfoque experiencial.
- El trabajo es en Grupo.
- La transmisión es experiencial – Tradición oral.
Fuente: www.escenarioinvisible.com.ar/acerca-de-la-aproximacion-al-eneagrama/
El Eneagrama:
- Es un símbolo.
- Da cuenta de cómo funcionan las totalidades complejas.
- Autoperpetuación de los sistemas complejos.
- Por derivación se aplica a la psicología de la personalidad.