Jennifer García Ospina
Introducción
El abuso sexual infantil (ASI) es un problema mundial, experimentado en todas las sociedades; es difícil de documentar puesto que usualmente se da en un ambiente privado. Muchos son los niños y niñas en Colombia, afectados por este grave problema, ya sea dentro de su núcleo familiar o fuera de él. De acuerdo con la evidencia científica las mujeres tienen entre 1,5 y 4 veces más riesgo de ASI que los hombres, y se ha identificado que la edad de inicio del abuso mayoritariamente se ubica entre los 8 y 12 años, con un segundo pico entre los 6 y 7 años.
La prevención del ASI es compleja, desafiante y muy necesaria, ya que el abuso sexual de niños y jóvenes representa un problema extenso en todo el mundo. Los esfuerzos para prevenir el ASI pueden dirigirse a diferentes grupos objetivo, tales como posibles delincuentes, niños, cuidadores o la comunidad. En este artículo se revisan los modelos e intervenciones preventivas existentes con el fin de ofrecer una visión sobre las posibilidades actuales y futuras en esta materia.
EPIDEMIOLOGÍA
El Abuso Sexual Infantil (ASI) es un problema mundial generalizado. Los principales estudios de prevalencia epidemiológica realizados en muchos países desde los años noventa revelan que las tasas de ASI no han disminuido [1]. Específicamente, las estimaciones de prevalencia universal del ASI varían entre limitado, desempleo y un menor potencial de ingresos en la adultez. También son más propensos a reportar una salud física más pobre y a utilizar con más frecuencia los servicios de salud asociados con comportamientos de alto riesgo como el consumo de tabaco y el abuso del alcohol.
Esto sugiere la comorbilidad del abuso infantil y la violencia doméstica con trastornos mentales. En un estudio realizado en el 2003 dirigido a la población caribeña (Halcón et al., 2003), el 34,1% de los niños del Caribe declararon haber sido sexualmente activos antes de los 16 años; de estos niños, el 47,9% de las mujeres y el 31,9% de los hombres identificaron a un miembro de la familia o a alguien conocido como su pareja sexual [2]. Es ampliamente reconocido que en el 75 al 95% de los casos el niño y el delincuente viven juntos, están relacionados o al menos se conocen entre sí [1].
En Colombia se estima que sólo el 50% de los niños revelan la existencia de ASI; únicamente el 15% se denuncia a las autoridades; y tan solo el 5% deriva en procesos judiciales [3]. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, el ASI en Colombia es un problema creciente puesto que la tasa de exámenes sexológicos por presunto delito sexual ha pasado de 31,9 por 100.000 habitantes en al año 2000 a 49,08 por 100.000 en 2011 [3]. Durante el sexenio 2009-2014, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF), realizó 127,703 exámenes médico legales por presunto delito sexual; de éstos, el 84,3% (107,698 casos) corresponde a valoraciones en mujeres y el 15,7% (20,005 casos) en hombres. El abuso sexual en niños, niñas y adolescentes es un flagelo que cada día se expresa más en nuestra sociedad; según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), durante el año 2011 al gravedad, situación que se relaciona con que el niño y la niña pueden continuar manifestando expresiones de cariño hacia el abusador. En los niños en edad escolar son frecuentes los sentimientos de culpa y de vergüenza ante el suceso.
En general se presentan situaciones de fracaso escolar y dificultades inespecíficas de socialización. En las niñas más comúnmente reacciones ansioso depresivas y en los niños comportamientos sexuales agresivos.
DEFINICIONES
Abuso Sexual Infantil (ASI)
Según la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional para la Prevención del Abuso y Negligencia Infantil (2006) se define el ASI como “la participación de un niño en una actividad sexual que él o ella no entiende completamente, de la cual es incapaz de dar consentimiento informado, o para la cual el niño no está preparado según su desarrollo, o bien que viola las leyes o tabúes de la sociedad.